“Muchos han descubierto lo que el baloncesto les puede aportar y ya no lo cambiarían por nada”
Hace dos años que entró la nueva directiva en el club, ¿cómo os animasteis a dar el paso?
El club estaba a punto de desaparecer y todo partió de una iniciativa de padres y entrenadores para crear una directiva en funciones que intentase reflotarlo, tanto en lo económico como en lo deportivo. Se eligió por votación a los representantes y los que en aquel momento fuimos elegidos, son los que seguimos trabajando con la vista puesta en formar una directiva permanente que continúe con la labor de hacer de Sustraiak un club de futuro.
En este tiempo, habéis aumentado el número de jugadores de 30 a 60, ¿qué trabajo estáis realizando para lograr este impulso?
Sobre todo potenciar la escuela de basket y las categorías inferiores, tomando el baloncesto como lo que es, un juego. Nuestro principal objetivo es que los niños y niñas descubran el deporte divirtiéndose, sin tener necesariamente que sufrir la presión de la competición. Aquí tienen cabida todos, independientemente de que tengan más o menos aptitudes para el deporte. Buscamos que se lo pasen bien, hagan ejercicio y descubran la convivencia y la complicidad del juego en equipo.
¿Qué objetivos os marcáis de cara a los próximos años?
Había un momento en el que, al cumplir cierta edad, los niños y niñas no tenían opción de seguir en el club porque no había categorías más allá de cadetes. Nuestro objetivo es crear una cantera sólida donde puedan gestarse los jugadores y jugadoras que en el futuro integren las categorías superiores. Darles la opción de continuar en un club donde la competición ya sí forme parte del espíritu del equipo, pero sin perder de vista los valores éticos que intentamos inculcar en las categorías de los más pequeños.
¿Cuál ha sido la trayectoria de Sustraiak en la localidad?
Surgió en 2006 gracias al esfuerzo realizado por un grupo de exjugadores de Franciscanas de Montpellier para seguir practicando baloncesto después de abandonar este centro. En un principio, lo formaban un equipo senior masculino y uno junior femenino. Desde entonces, el club ha ido viviendo diferentes momentos y situaciones, algunos complicados, pero siempre con un espíritu de mejora y superación y de apoyo a la cantera. Hoy, el futuro es prometedor siempre que haya un compromiso fuerte de todos los integrantes del club y podamos seguir contando con el apoyo de las instituciones.
¿Con qué ayudas e instalaciones contáis en estos momentos?
La mayor aportación económica sale de las cuotas de los jugadores. Este año, optamos a varias subvenciones que esperamos aligeren un poco las finanzas del club y estamos en busca de patrocinadores que también puedan aportar su granito de arena. Además, el Ayuntamiento nos cede el polideportivo cubierto para los entrenamientos y los partidos.
¿Qué mensaje te gustaría enviar a los niños y jóvenes de Trapagaran para animarles a iniciarse en el baloncesto?
Sobre todo que se acerquen y prueben. Muchas veces obviamos oportunidades de practicar otros deportes por desconocimiento o porque creemos que no son para nosotros. Son muchos los niños y niñas que han descubierto lo que el baloncesto les puede aportar y ya no lo cambiarían por nada. Quizás en Sustraiak esté su sitio. Solo tienen que acercarse y probar sin ningún compromiso.