Comienza la segunda fase de las obras de rehabilitación del caserío Aiestaran
El Ayuntamiento de Trapagaran ha iniciado esta semana la segunda fase de las obras de rehabilitación del Caserío Aiestaran. Con un presupuesto de 472.775 euros, el Consistorio procederá a acondicionar el interior de este singular inmueble con el objetivo de prepararlo para su nuevo uso, es decir, su transformación definitiva en un espacio cultural y social que pueda ser disfrutado por toda la ciudadanía de la localidad minera.
Según ha dado a conocer el alcalde, Xabier Cuellar, las obras tienen un plazo de ejecución de casi cuatro meses y consistirán en el tabicado interior del inmueble para la división de los espacios, así como la instalación de todos los servicios necesarios para su funcionamiento. El primer edil ha asegurado que una vez terminada esta segunda fase, “el caserío estará prácticamente listo para su nuevo cometido”. “Sólo faltará una tercera y última fase, que consistirá en la compra del mobiliario, un expediente administrativo que esperamos iniciar pronto para amueblar el caserío a principios de 2019”, ha añadido.
La reforma del Caserío Aiestaran es una de las iniciativas más importantes en las que trabaja el equipo de gobierno. La portavoz del Equipo de Gobierno, y delegada a su vez de las áreas de Urbanismo y Cultura, Ainhoa Santisteban, recuerda que el Plan Estratégico de Cultura, redactado en el año 2014, “puso de manifiesto la carencia de equipamientos culturales existentes en el municipio para dar respuesta a la demanda de las asociaciones y de la ciudadanía en general y trazaba una estrategia para solucionar esta situación que planteaba la rehabilitación del caserío como una de las acciones más significativas”.
La rehabilitación de este inmueble es un esperadísimo proyecto de recuperación del patrimonio urbano y dinamización de la vida cultural y social de Trapagaran. El Plan Estratégico de Cultura del Ayuntamiento, elaborado con un amplio proceso
de participación ciudadana, fijó los usos para el Caserío Aiestaran, y estos son los que se van a respetar. Es decir, en la planta baja irán ubicados los talleres de cocina y un txoko social, que será un espacio de uso público para la celebración de acontecimientos familiares y con amigos. La planta superior estará divida en salas para los talleres de cerámica, pintura y otras actividades de ocio que se vayan a llevar a cabo.
A finales de 2016, por lo tanto, comenzó la primera fase de las obras de rehabilitación del edificio, consistentes en afianzar la estructura del edificio para evitar que su mal estado de conservación provocara daños irreparables. En este sentido, se procedió a la rehabilitación de las fachadas y la cubierta, así como a la instalación de un sistema de geotermia que permitirá generar energía de forma sostenible. Esta primera fase tuvo un coste económico de 572.110 euros y su plazo de ejecución fue de nueve meses.
El caserío Aiestaran es una edificación bifamiliar de planta rectangular, situado en el cruce de las calles Funikular y José Rufino Olaso, que tuvo uso residencial hasta el 12 de junio de 2012, momento a partir del cual el edificio quedó vacío. Aiestaran es un caserío construido a comienzos del siglo XIX siguiendo el modelo de caserío rural de las Encartaciones, que incluye detalles de arquitectura urbana tales como columnas, molduras y remates de piedra arenisca. Hoy día está inmerso en un entorno completamente urbano en el que da testimonio de los valores culturales que lo hicieron surgir.
La casa está protegida desde el 13 de enero de 2009 cuando el Departamento de Cultura del Gobierno vasco la declaró bien cultural como la categoría de monumento. Su superficie es de 219 metros cuadrados en la planta baja, 230 metros cuadrados en la primera planta y 100 metros cuadrados en la planta bajo cubierta.
El Consistorio ha conseguido importantes subvenciones económicas para financiar su rehabilitación. El Gobierno Vasco sufragó íntegramente el proyecto de rehabilitación y también ha concedido 36.000 euros para la instalación de un ascensor. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ha otorgado 138.000 euros al Ayuntamiento para las obras de rehabilitación y se está a la espera de conocer el dinero que aportará el Ente Vasco de la Energía (EVE) a través de su última convocatoria de ayudas públicas.
Para el alcalde de la localidad minera, Xabier Cuéllar, la puesta en funcionamiento de este nuevo espacio cultural y de ocio en 2019 “supone cumplir un importe
compromiso que habíamos adquirido con la ciudadanía de Trapagaran, asignar un espacio nuevo y moderno a todos los cursos culturales y de ocio que se imparten el Palacio Olaso, así como recuperar y poner en valor un edificio histórico que se encontraba en un pésimo estado de conservación”.